jueves, 12 de noviembre de 2009

informe de Espleen de París

Después de una larga temporada de estar entre libros cultura y arte tras las aventuras de una buena lectura según su criterio el determina que todos los seres somos iguales, después de estos hechos él decide salir a tomar un fresco y refrescarse.

Pero después de esto se encuentra con que la verdad de sus libros no es una verdad tan clara, ve que esa igualdad no existe o por lo menos no es notable, ya que él se dirigía a un bar para cumplir con su propósito de tomarse algo y poder tener un receso después de su encierro, el se encuentra con un mendigo el cual le estira su brazo y le muestra una cara que para muchos es difícil de borrar y de soportar, con la intención de conseguir caridad por decirlo de algún modo esto hace que el protagonista recapacite sobre todo lo leído y sobre la teoría que el mismo se había planteado en algún momento, decide escuchar esas boses internas que él hace semejanza a un ángel o demonio que le dice que es el momento de poner en práctica todas esas teorías que él tiene plasmadas en su cabeza todo con el fin de comprobar que el no es distinto de aquel hombre de harapos sucios.

Seguido de todo esto él decide en vez de darle dinero mandarle una serie de golpes tan fuertes que lo tiraron al suelo después de un rato de estar agotado de darle una paliza el decide coger un palo con el que le da más golpes tan fuertes que él considera que le rompería el omoplato, después de estos actos de violencia se para aquel hombre con una mirada totalmente distinta a la anterior sus gestos eran de odio, y dejando fluir toda esa rabia que lo estaba invadiendo por aquella paliza injusta y sin explicaciones se lanza sobre el hombre devolviéndole de la misma manera todas aquellas agresiones.

El protagonista satisfecho por ver que aquel hombre podía hacer las mismas cosas que él, le dijo que todo esto era solo una lección de vida y textualmente le expreso “Solo uno es igual a otro cuando lo demuestra, y únicamente es digno de la libertad aquel que la sabe conquistar”. Después de todo le dijo que si quería compartir su dinero porque es lo único que necesitaba para que el mendigo se sintiera verdaderamente igual que él, dejándole como enseñanza que él ni nadie es menos o más que los demás.

Espleen de París

Concejos para el protagonista de la lectura: considero que las intenciones de demostrar que no importa cuanto tengamos en el bolcillo o la cantidad de lujos que nos sean obtenidos, o todas aquellas incontables e innumerables cosas que nos hacen sentir o creer más que alguien no son un motivo para que un ser sea distinto de otro, estas cosas superficiales no significan nada lo que verdaderamente importa es la manera de actuar y todas aquellas riquezas internas que podamos tener. Me parece que esta es la idea que nos quiere mostrar el protagonista, pero mi concejo y mi opinión es que hay mejores maneras de poner en práctica la teoría que él nos plantea que no es necesario acudir a la violencia ni a los actos inhumanos para demostrar que nadie es menos que nadie que no importa cuáles sean las circunstancias no hay derecho de mostrarnos soberbios ni carentes de valores para demostrar un pensamiento bastante sabio, pero demostrado de una manera totalmente injusta e inadecuada.


Lo mejor en estos caso es planear las cosas que pensamos y no actuar por instintos o por las supuestas voces como lo plantea el personaje en la lectura, los actos más terribles son hechos por todas estas clases de impulsos, por eso mi recomendación para el protagonista es que por el bien de él y de las demás personas no es recomendable hacer este tipo de prácticas no en todos los caso se sale bien librado de cosas como estas por eso es mejor pensar antes de actuar.


Concejos para el mendigo: me parece que la actitud del mendigo en la lectura es la misma actitud que tienen todas estas personas paupérrimas de bienes materiales es una actitud de lastima y pobreza en una cantidad de aspectos, no solo por lo que les hace falta en cuestiones de riquezas superficiales si no porque estamos en una sociedad de prejuicios, pero sobre todo de desigualdades donde es importante todo aquel que tiene riquezas.


Por esto mi concejo o mi manera de ver las cosas desde esta perspectiva es que todos en la vida merecemos una serie de oportunidades, que no podemos dejar que todo en la vida nos caiga del cielo por así decirlo, creo que para alcanzar nuestros sueños es necesario esforzarnos por conseguirlo sin tener una actitud de espera donde es necesario hacerle entender que tiene las mismas capacidades para salir adelante al igual que todas aquellas personas que se creen mejor que él por el simple hecho de darle una moneda solo con la intención de hacerlo sentir cada vez menos de lo que verdaderamente es

Escuela de mujeres


En esta obra se encuentran una serie de conflictos y problemas entre los personajes, donde me parece que el que más resalta son los celos enfermizos que hacen que el personaje se vea como un ser bastante posesivo y controlador.

El personaje de Arnolfo es un personaje que le encanta reír con la desdicha de los demás, afirmando que él, es una persona demasiado astuta para caer en los engaños de las mujeres, y por esto el afirma que es mejor una mujer inculta que no tenga ninguna clase de educación para que pueda ser moldeada a su imagen y semejanza y lograr hacer la mujer que él considera que puede llegar a ser su esposa, una persona perfecta según su gusto, una mujer que solo sepa atender las labores de la casa, servirle en todo momento aguantando sus malos tratos, sin poder dar su opinión ante ninguna situación y que aparte de todo no pueda tener ninguna clase de contacto con personas que él no considere de su agrado.

La continúa lucha por mostrarse como una persona respetable y honorable lo llevó a cometer una cantidad de errores con el fin de retener a su lado a la mujer que supuestamente amaba desconociendo los sentimiento de ella hacia él, sin importarle su sufrimiento y sin medir las consecuencias de sus actos, convirtiéndolo en una persona carente de valores y principios, logrando controlar la vida de Inés sin tener en cuenta sus gustos y pensamientos, malinterpretando el cariño de agradecimiento que ella sentía por él, esperando que fuera amor y que con este sentimiento pudiera pagarle todas las cosas materiales que él le había proporcionado, buscando manipularla con estos hechos de bondad que él un día hizo por ella.

Cuando este se entera de los sentimientos de Horacio hacia Inés intenta separarlos utilizando toda clase de métodos sin importarle quien pudiera salir herido y lastimado, sin percatarse que todos estos males que él estaba haciendo un día se convertirían en su propia desdicha y desventura, esto sentimientos de celos incontrolables por una persona que ni siquiera le correspondía lo llevaron a cometer muchos errores y locuras al punto de intentar matar una persona y hacerle creer cosas a Inés que no eran ciertas aprovechándose de su inocencia y sus buenas intenciones.

Arnolfo utilizando toda clase de artimañas y métodos se ganó la confianza de Horacio y logró que este muchacho de buenas intenciones le confiara sus sentimientos, sin saber que él era la persona que les estaba haciendo la vida imposible, Arnulfo no era capaz de controlar sus celos, él consideraba que se estaba convirtiendo en uno de esos seres que tanto despreciaba y de los que tanto se reía.

El con su orgullo herido por causa del desamor que sentía ella hacia él, intento manipularla exponiéndole una cantidad de argumentos diciéndole que ella le debía todo, por el hecho de haberla recogido en su casa, le decía que el hacia lo que ella le pareciera que inclusive si ella quería el se arrancaba los pelos y hasta le llego a decir que se mataría por su causa, Inés con todo el miedo que le sentía se arriesgo a confesarle que Horacio con unos pocos días había logrado hacer lo que él no pudo en todo el tiempo que ella compartió con él. Todo esto le comenzó a demostrar a Arnulfo que él no siempre podía lograr las cosas que se propusiera y que no podía disponer de los sentimientos de las personas. Que el cariño se gana no se exige
La intención de Arnulfo fue siempre ganarse el amor de Inés sin importarle quien pudiera salir perjudicado, el estaba dispuesto hacer de Inés su esposa sin interesarle que lo que ella sentía por él no fue nunca amor, los celos de Arnulfo lo convirtieron en un ser sumamente despreciable un ser tirano y sin ninguna clase de principios, una persona que se dejo guiar por el peor de lo sentimientos lo cual más tarde pago con dolor.


Era de esperar que una persona que no le importa hacer daño a los demás para conseguir las cosas que quiere tenga un final triste y lleno de desgracias pues él con todo el daño que cometió merecía que la vida le diera una lección demostrándole que no somos dueños de nada ni de nadie, que las personas tienen derecho de escoger con quien estar de una forma desinteresada.
El hecho de manipular las cosas a su modo no quiere decir que esto lo hiciera merecedor del cariño de esa mujer que él decía amar, pero que en realidad lo único que él sentía era que ella le pertenecía como si ella fuera un objeto del cual él podía disponer en todo momento.


Los celos de Arnulfo le hicieron perder la mujer que considero perfecta para hacerla su esposa dejándola en manos de una persona que si la merecía y a la que ella le correspondía todos esos sentimientos de amor.