jueves, 12 de noviembre de 2009

Escuela de mujeres


En esta obra se encuentran una serie de conflictos y problemas entre los personajes, donde me parece que el que más resalta son los celos enfermizos que hacen que el personaje se vea como un ser bastante posesivo y controlador.

El personaje de Arnolfo es un personaje que le encanta reír con la desdicha de los demás, afirmando que él, es una persona demasiado astuta para caer en los engaños de las mujeres, y por esto el afirma que es mejor una mujer inculta que no tenga ninguna clase de educación para que pueda ser moldeada a su imagen y semejanza y lograr hacer la mujer que él considera que puede llegar a ser su esposa, una persona perfecta según su gusto, una mujer que solo sepa atender las labores de la casa, servirle en todo momento aguantando sus malos tratos, sin poder dar su opinión ante ninguna situación y que aparte de todo no pueda tener ninguna clase de contacto con personas que él no considere de su agrado.

La continúa lucha por mostrarse como una persona respetable y honorable lo llevó a cometer una cantidad de errores con el fin de retener a su lado a la mujer que supuestamente amaba desconociendo los sentimiento de ella hacia él, sin importarle su sufrimiento y sin medir las consecuencias de sus actos, convirtiéndolo en una persona carente de valores y principios, logrando controlar la vida de Inés sin tener en cuenta sus gustos y pensamientos, malinterpretando el cariño de agradecimiento que ella sentía por él, esperando que fuera amor y que con este sentimiento pudiera pagarle todas las cosas materiales que él le había proporcionado, buscando manipularla con estos hechos de bondad que él un día hizo por ella.

Cuando este se entera de los sentimientos de Horacio hacia Inés intenta separarlos utilizando toda clase de métodos sin importarle quien pudiera salir herido y lastimado, sin percatarse que todos estos males que él estaba haciendo un día se convertirían en su propia desdicha y desventura, esto sentimientos de celos incontrolables por una persona que ni siquiera le correspondía lo llevaron a cometer muchos errores y locuras al punto de intentar matar una persona y hacerle creer cosas a Inés que no eran ciertas aprovechándose de su inocencia y sus buenas intenciones.

Arnolfo utilizando toda clase de artimañas y métodos se ganó la confianza de Horacio y logró que este muchacho de buenas intenciones le confiara sus sentimientos, sin saber que él era la persona que les estaba haciendo la vida imposible, Arnulfo no era capaz de controlar sus celos, él consideraba que se estaba convirtiendo en uno de esos seres que tanto despreciaba y de los que tanto se reía.

El con su orgullo herido por causa del desamor que sentía ella hacia él, intento manipularla exponiéndole una cantidad de argumentos diciéndole que ella le debía todo, por el hecho de haberla recogido en su casa, le decía que el hacia lo que ella le pareciera que inclusive si ella quería el se arrancaba los pelos y hasta le llego a decir que se mataría por su causa, Inés con todo el miedo que le sentía se arriesgo a confesarle que Horacio con unos pocos días había logrado hacer lo que él no pudo en todo el tiempo que ella compartió con él. Todo esto le comenzó a demostrar a Arnulfo que él no siempre podía lograr las cosas que se propusiera y que no podía disponer de los sentimientos de las personas. Que el cariño se gana no se exige
La intención de Arnulfo fue siempre ganarse el amor de Inés sin importarle quien pudiera salir perjudicado, el estaba dispuesto hacer de Inés su esposa sin interesarle que lo que ella sentía por él no fue nunca amor, los celos de Arnulfo lo convirtieron en un ser sumamente despreciable un ser tirano y sin ninguna clase de principios, una persona que se dejo guiar por el peor de lo sentimientos lo cual más tarde pago con dolor.


Era de esperar que una persona que no le importa hacer daño a los demás para conseguir las cosas que quiere tenga un final triste y lleno de desgracias pues él con todo el daño que cometió merecía que la vida le diera una lección demostrándole que no somos dueños de nada ni de nadie, que las personas tienen derecho de escoger con quien estar de una forma desinteresada.
El hecho de manipular las cosas a su modo no quiere decir que esto lo hiciera merecedor del cariño de esa mujer que él decía amar, pero que en realidad lo único que él sentía era que ella le pertenecía como si ella fuera un objeto del cual él podía disponer en todo momento.


Los celos de Arnulfo le hicieron perder la mujer que considero perfecta para hacerla su esposa dejándola en manos de una persona que si la merecía y a la que ella le correspondía todos esos sentimientos de amor.

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